Preservativo

Preservativo más lubricante para protegerse del VIH

Estrategias de prevención frente al VIH

La prevención es siempre el mejor método para evitar poner nuestra salud en riesgo. En este video te explicamos cómo utilizando correctamente el preservativo y geles lubricantes podemos evitar eficazmente la transmisión del virus del VIH.

Uso de preservativo

Cuando los preservativos se usan de manera correcta, es decir, cuando sólo hay fallo mecánico y no hay error humano que contribuya a dicho fallo, se considera que su eficacia es del 99,5% de acuerdo con los test de laboratorio. Sin embargo, los estudios muestran que el uso constante del preservativo es difícil de mantener a largo plazo, y mucho más su uso perfecto. Es prácticamente imposible dar una estimación de la eficacia del uso constante y correcto del preservativo en la vida real por las dificultades metodológicas que implica el estudio de comportamientos que no pueden ser observados o medidos.

Un artículo publicado en 2014 mostró que el uso constante del preservativo en las relaciones de penetración anal entre hombres tiene una eficacia del 70% para prevenir la transmisión del VIH, a través de un análisis de estudios en los que la eficacia variaba entre el 61,3% y el 86,2%. Un metanálisis de 2002 con estudios en población heterosexual mostró una eficacia del 80%.

Un artículo publicado en 2014 mostró que el uso constante del preservativo en las relaciones de penetración anal entre hombres tiene una eficacia del 70% para prevenir la transmisión del VIH, a través de un análisis de estudios en los que la eficacia variaba entre el 61,3% y el 86,2%. Un metanálisis de 2002 con estudios en población heterosexual mostró una eficacia del 80%.

Uso de lubricante hidrosoluble

Cuando se practica la penetración sin lubricación, es más probable que el preservativo se deslice o se rompa debido a la fricción que se produce durante la penetración. La penetración anal sin lubricación no sólo puede resultar más dolorosa, sino que incrementa el riesgo de que se produzcan heridas y cortes en la mucosa rectal, así como de que se rompa el preservativo.

Existen otras estrategias de prevención, como la Profilaxis Pre-Exposición (o PrEP) y la Profilaxis Post-Exposición (o PPE) que explicamos en detalle en otras secciones de la web.

En la penetración vaginal, los tejidos vaginales y cervicales producen una secreción que tiene capacidad lubricante, aunque puede que no sea suficiente para el uso seguro de un preservativo. La cantidad de flujo producido cambia a lo largo del ciclo menstrual y está influido por varios factores. Muchas mujeres emplean lubricante hidrosoluble para que la penetración sea más placentera. En algunos casos, se puede lograr una adecuada lubricación aumentando el tiempo de estimulación y excitación antes de la penetración.

Los lubricantes grasos (cremas, vaselinas, aceites solares…) a base de aceites tienen la capacidad de debilitar y romper el preservativo, y hacen más probable que se deslice sin que ninguna de las dos personas se de cuenta de la rotura hasta que ha terminado la relación sexual. El empleo de lubricante hidrosoluble hace más difícil que un preservativo se deslice o se rompa. En caso de disponer únicamente de lubricante graso es preferible emplear saliva a pesar de que no sea un buen lubricante y seque con rapidez.