Tratamientos frente al VIH
Una persona que viva con VIH y que no siga un tratamiento antirretroviral (TAR) puede tener miles o incluso millones de partículas de VIH (copias) por cada mililitro de sangre, que se están replicando constantemente. El objetivo del tratamiento es disminuir la carga viral a niveles muy reducidos hasta alcanzar la indetectabilidad.
Para conseguir que el virus no se reproduzca es necesario tomar los fármacos de forma continuada y siguiendo las indicaciones del médico.
Qué beneficios tiene seguir un tratamiento para una persona infectada con VIH:
En ausencia de tratamiento ART, la infección natural por VIH produce el descenso de los niveles de CD4 en nuestro en nuestro organismo y, a medio-largo plazo, la aparición de enfermedades causadas por patógenos oportunistas.
Los beneficios del tratamiento para la persona que lo toma son principalmente dos:
- Evitar la replicación viral, y por tanto que deje de dañar su inmunidad.
- Mantener esa fase intermedia, sin síntomas y sin ninguna complicación, de forma indefinida.
Hoy en día, se estima que los pacientes que hacen bien su tratamiento y hacen su seguimiento correctamente, pueden tener una calidad de vida y una expectativa de vida similar a la de una persona sin infección por el VIH.
Además, cuando controlamos la replicación viral con el tratamiento, conseguimos que ese virus en la sangre que está indetectable no sea transmisible a otras personas, con lo que conseguimos un beneficio comunitario, al limitar la transmisión de la infección.
Por todo esto es fundamental que el tratamiento del VH se generalice entre la mayoría de los pacientes.
Cómo funciona el tratamiento: el TARGA
El Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad (TARGA) es, generalmente, la combinación de tres fármacos antirretrovirales que actúan bloqueando varias enzimas o proteínas para que el virus no pueda reproducirse en la célula infectada. Aunque el TARGA no consigue la erradicación del virus y por tanto no es capaz de curar la infección, sí que consigue controlar la replicación del virus en el organismo.
Los pacientes que hacen bien su tratamiento y hacen bien su seguimiento pueden tener una calidad y expectativa de vida similar al de una persona sin infección por VIH.
Esto permite a las personas con VIH tener una calidad de vida y una supervivencia cercana a la población general, sobre todo cuando la infección se diagnostica y se trata de forma precoz, es decir, antes de que el VIH produzca una gran alteración en el sistema inmunitario.
Por ese motivo es importante iniciar el tratamiento lo antes posible y tener una buena adherencia al mismo. Esto determinará el pronóstico y la esperanza de vida de las personas con VIH. Además, el TARGA reduce la probabilidad de la transmisión del VIH.
Al tomar estos fármacos contra el VIH, se puede ralentizar o evitar el daño en el sistema inmunitario. Estos fármacos no constituyen una cura, pero pueden ayudar a mantener un buen estado de salud y así poder disfrutar de una vida más larga y saludable.
La importancia de seguir las recomendaciones de las sociedades científicas
El manejo de la persona con VIH ha de realizarse desde una unidad especializada por un médico con experiencia. Dada la complejidad de los FAR, pruebas complementarias, co-morbililidades asociadas y situaciones de salud especiales de las personas con VIH (embarazo, envejecimiento, presencia de enfermedades oportunistas, infección por VIH tipo 2, etc.), las sociedades científicas tanto españolas como europeas elaboran anualmente unas guías o recomendaciones donde se dan indicaciones basadas en la evidencia científica sobre todas estas cuestiones.
Además con el tratamiento conseguimos que el virus no sea transmisible a otras personas.
En España la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) trabaja el ámbito de las infecciones y ofrece a los profesionales, tanto microbiólogos como médicos dedicados a la infectología apoyo, actualización y recomendaciones en diferentes ámbitos que afectan al diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las infecciones.
Dentro de la SEIMC hay un grupo de trabajo específico para las recomendaciones sobre el VIH y el sida, este grupo se llama GESIDA y elabora diferentes guías y protocolos de actuación: profilaxis post exposición, profilaxis pre-exposición, guía de recomendaciones para el diagnóstico precoz del VIH en el ámbito sanitario, guía clínica sobre el manejo de las hepatitis virales en pacientes infectados por el VIH, etc.